martes, 17 de noviembre de 2020

Luis Arce ante la difícil misión de reconstruir Bolivia

 

En el hotel Bauen de la Argentina, se gestó la fórmula que les daría a los bolivianos un pronto regreso a la democracia. Luis Arce y David Choquehuanca, fueron consagrados en los salones de la empresa recuperada  argentina, conformando una dupla que garantizaba alta ejecutividad, gracias a la experiencia  como funcionario del candidato a Presidente, y una gran presencia militante, aportada por el candidato a Vice.

                Les hará falta toda esa combinación de virtudes y mucho más, para afrontar la difícil realidad que encontraron en su retorno a su palacio de Gobierno. La alianza golpista de derecha nunca se conformó como tal, y se fue deshaciendo al ritmo de sus errores y también de la subestimación del MAS, que pese a la represión y al exilio de Evo Morales, nunca perdió su capacidad militante y pudo sostener sus estructuras políticas.

                El gobierno de facto fracasó en todos sus políticas. Si algún ciudadano boliviano no militante, pensó que podía mejorar en algo la situación de su país, rápidamente se desilusionó. A eso se le sumó la llegada del Coronavirus, que rápidamente rebasó el endeble sistema de salud boliviano. Añez trató de remedar a su admirado Trump, pero sus payasadas no lograron distraer el foco de atención. Su gobierno no funcionaba y las elecciones se le venían encima.

                Frente al panorama electoral, la derecha no logró articular un único frente, ya que las oligarquías del Altiplano tienen intereses diferentes. No es lo mismo el bloque de poder derechista de Meza, que se afinca en La Paz, que el de Camacho que tiene su origen en Santa Cruz de la Sierra.  Estos últimos son los más violentos y los que tienen más posibilidades de crecer, ya que tienen más recursos y concentran el voto del odio, término que nos resulta familiar en la Argentina.

                La llegada de Arce, reabrió todas las esperanzas. Su experiencia en la gestión económica garantiza, por lo menos,  el intento de solucionar el principal daño que la dictadura le dejó a Bolivia, que es el parate productivo y el creciente desempleo. Además, Arce prometió gobernar un solo período, despegándose parcialmente del mayor error de Evo Morales, que no supo calibrar el tamaño de su error de buscar la reelección indefinida.

                Buenas noticias en nuestro continente, que pese a la tragedia de la pandemia, recibe aunque sea una bocanada de aire fresco para seguir respirando y empezar a romper el cerco de la derecha, que ya no se pasea victoriosa por América latina.

domingo, 18 de octubre de 2020

Se viene el plebiscito en Chile

 

Parece que fue hace años, pero no. Chile estaba en ebullición antes de la pandemia y la persistencia y violencia del movimiento popular, obligó al gobierno de Piñera a convocar a un plebiscito para reformar la constitución chilena. Esa fecha, que parecía una forma de patear el problema para adelante, ya está próxima y ya no podrá  ser postergada nuevamente.

                La fecha inicial de abril fue aplazada para el 25 de octubre.  La campaña ya arrancó en agosto y es irreversible. Será un mes de alto voltaje para América latina: también habrá elecciones en Bolivia, donde se enfrentan el MAS de Evo Morales y los defensores del actual gobierno de facto.

                Pasado un año del comienzo de las movilizaciones en Chile, la aprobación de los cambios a la Carta Magna chilena ganaría por amplia mayoría. Es por eso que el gobierno de Piñera trata de disimular y no quedar pegado a una derrota casi segura. Es así que ya hablan de los cambios como algo inevitable, tal vez para evitar que las modificaciones escapen a su control.

                Pero los defensores del  cambio no las tienen todas consigo, deberán enfrentar varias dificultades. Pese a las movilizaciones masivas, el referéndum se desarrollará bajo el sistema electoral chileno, que tradicionalmente refleja una baja participación.  Además las proporciones electorales serán las mismas que rigen cuando se elijen diputados, lo que podría no trasladar el resultado de las elecciones a la conformación de la Convención Constituyente.

                Ni el coronavirus ni las trabas políticas redujeron el entusiasmo reformista. Pica en punta quienes  buscan que la nueva ley refleje el crecimiento del feminismo y mande al machismo chileno al desván de los sueños olvidados. Lo siguen quienes quieren que se reconozca de una vez y para siempre, la presencia de los pueblos originarios. 

                Todos los reclamos anuncian la posibilidad de una oportunidad histórica para eliminar el legado del  régimen pinochetista.  La excusa del sostenido crecimiento económico del país trasandino, ya no sirve para evitar los cambios.  Más temprano que tarde, son muchos los que sueñan con hacer de Chile una sociedad igualitaria. 

lunes, 17 de agosto de 2020

América latina: elecciones fundamentales para su futuro inmediato

 

Acosados por un coronavirus que no detiene su marcha, los pueblos de América Latina se aproximan a pasar por un examen electoral que podría cambiar el rumbo político de nuestro continente.

         Muchos serán los cambios que traerá esta nueva normalidad que sucederá a la pandemia, pero los dirigentes políticos latinoamericanos deberán estar atentos también a los cambios que se vienen en los gobiernos de varios países.

         En noviembre, la principal potencia militar del planeta tiene elecciones presidenciales, y la actual administración republicana la tiene muy difícil. El coronavirus cambió el rumbo de una elección que parecía un trámite para Donald Trump. Todas las encuestas dan ganador a Biden, aunque sabemos que estas mediciones suelen fallar a menudo.

         Están por verse las consecuencias de un cambio de administración política norteamericana, sobre la vida de nuestros pueblos. Algunos optimistas creen que los mercados emergentes serán mejor tratados. Otros, recuerdan que los demócratas siempre favorecieron más a los sectores financieros que a los productivos,  por lo que los fondos buitres estarán de parabienes.

         Más cerca de nuestras fronteras, Bolivia y Ecuador, tienen elecciones. Ambos tienen en común que sus comicios están bastantes lejos de ser un ejemplo de transparencia, por lo menos en la previa. En Bolivia, con la excusa de la pandemia, se corrió la fecha original de la elección que quedó fija en el 18 de octubre, aunque nadie podría apostar que no vuelva a modificarse. Además el gobierno de facto no deja de sembrar piedras en el camino de la fuerza que comanda Evo Morales. En Ecuador, pese al exilio del ex presidente Correa, sus partidarios no dejan de difundir encuestas que lo favorecen, y el Gobierno de Lenin Moreno trata de encontrar argucias electorales para proscribir a los principales dirigentes opositores.

         Los tres comicios que acabamos de destacar tienen un punto en común: todos tienen sospechas de algún tipo de fraude.  El primer gran triunfo para nuestro continente sería que triunfe la voluntad popular en los tres países.

 

viernes, 24 de julio de 2020

5G: La batalla de fondo que ya empezó


Mientras el planeta sigue sacudido por el coronavirus y espera desesperado que surja la vacuna salvadora, ya despunta la pelea de fondo que se viene entre dos pesos pesados: China y Estados Unidos.  Esta vez no es una pelea por petróleo ni por los aranceles comerciales, sino por el surgimiento de una nueva tecnología que promete revolucionar nuestras vidas: el 5G.
                El 5 G es la quinta generación de la telefonía móvil y, dicen los expertos,  ya nada será igual ya que este avance científico terminará con mucho de las tareas humanas, al contar con el poder de controlar en forma inmediata todos los procesos productivos.  Ningún aspecto de la vida cotidiana  escapará a su dominio, incluido el control de los sistemas armamentísticos de todos los países.
                El problema para Estados Unidos, es que China, por medio de la empresa Huawei, picó en punta en la instalación de este proceso, lo que despertó el temor de los norteamericanos ante su peor pesadilla: terminar de perder el control político y militar del mundo.  Es por eso que la perspectiva de que una empresa china lidere un sistema que tiene el potencial de dominar todos los sectores claves de la economía, está generando un conflicto geopolítico que recién empieza.
                Ni lerdo ni perezoso, Donald Trump busca alinear a los países de la OTAN para que rechacen en bloque este avance del gigante tecnológico chino. Ya se anotó el primer éxito con el anuncio de Gran Bretaña, que declaró que no permitirá la presencia del 5G en su territorio. O por lo menos no lo aceptará mientras provenga del Lejano Oriente.  Por ahora la Unión Europea duda, y puso el tema bajo estudio.
                Los chinos se amparan en la supuesta ¨neutralidad¨ de la nueva tecnología. Dicen que detrás de este avance no están ni el gobierno ni las fuerzas armadas chinas, pero ya Obama había dispuesto bloquear este avance en su territorio, y Trump ratificó la postura norteamericana.
                 Lo que parece una pelea ajena, pronto llegará a nuestras costas. Ambos gobiernos buscarán formar sus bloques de apoyo y exigirán alineamientos para establecer un escenario de posible guerra fría, que si bien no promete aniquilarnos en pocos minutos con el poder de las armas atómicas, vislumbra la modificación de la vida cotidiana de los pueblos.

jueves, 18 de junio de 2020

La pospandemia y las prácticas autoritarias


Mientras América latina atraviesa el pico de contagios y Europa avanza en la salida  de la emergencia, ya despuntan los debates sobre el mundo que habitaremos en el corto plazo. Y si bien es verdad que hay efectos positivos, especialmente en el medio ambiente, también se vislumbran posibilidades de que se instalen prácticas cotidianas represivas para garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención.
                El sistema educativo es una clara muestra  de lo que puede ser el futuro inmediato. El regreso a las aulas será inevitable en todo el planeta. Pero son pocos los países que lo concretaron. China empezó pero  tuvo que retroceder por un rebrote, España lo hizo parcialmente e Italia puso fecha para setiembre. En la Argentina, el Ministerio de Educación nacional ya aclaró que no manejan fechas probables.
                Frente a este panorama, debemos tomar el ejemplo de Francia para especular sobre lo que puede ser el retorno a clases.  Y es ahí donde suenan las alarmas, ya que se deben conciliar las medidas de distanciamiento social, con la premisa educativa de que el intercambio entre toda la comunidad escolar, es el  que garantiza el aprendizaje y la salud mental de las y los alumnos.  Pero en concreto, el ejemplo francés nos trae datos negativos: la escuela se transformó en un centro de ¨guardado social¨ donde las familias dejan a los alumnos para ir a trabajar y la vida escolar está marcada por pautas disciplinarias severas, que reglamentan y limitan las conductas.
                La nueva cotidianidad escolar francesa está marcada por el timbre de entrada, salida, cambio de clases. Tiempos muy marcados, con escaso tiempo para el ocio y el intercambio social, orden, silencio, poco diálogo. Frente a estas características de la nueva normalidad, es preocupante que la escuela deje de ser un espacio democrático de convivencia para transformarse en un recinto de encierro.
                Además resulta difícil imaginar una escuela donde se recorte lo afectivo. La misma situación de retorno de la pandemia demandará un acompañamiento y una cercanía aún mayor a la existente antes del encierro. Muchos chicos y chicas necesitarán contención permanente. Muchos de ellos perdieron familiares, y otros seguirán asustados por la mala experiencia vivida.
                Es por todo esto que debemos estar atentos a la pospandemia. El regreso será difícil y debemos impedir el avance de la tentación autoritaria de retroceder a niveles represivos ya superados en muchas sociedades. Habrá que aguzar el ingenio para que las escuelas no dejen de ser un centro de inclusión y aprendizaje y que no se transformen en lugares de encierro y represión.   

domingo, 24 de mayo de 2020

El Federalismo marca la diferencia, frente al Coronavirus

Ya instalada por completo en la superficie de nuestro  planeta, la pandemia, y sus diversas formas de combatirla, ya permiten extraer algunas conclusiones sobre el funcionamiento de los distintos sistemas políticos frente a un fenómeno que tomó por sorpresa a todos los países del mundo.
                En este caso nos enfocaremos en el funcionamiento federal de algunos gobiernos. Es decir, al diverso grado de protagonismo de los distintos gobernadores en Estados Unidos, Brasil y Argentina.
                Hasta hoy, el país con más muertes provocadas por el Coronavirus es Estados Unidos.  El tardío reconocimiento de Trump de los peligros de esta pandemia, provocó un avance mortal y fulminante. Esta demora, fue advertida por varios de los gobernadores de los distintos estados, que resolvieron avanzar sin esperar al Ejecutivo nacional. En forma anárquica, algunos mandatarios cerraron pronto la actividad, pero otras las reabrieron antes que el resto, como sucedió en el Estado de Florida. Es así que vimos las imágenes de unas playas de Miami colmadas de gente.
                En el caso de Brasil, Bolsonaro ni siquiera hizo un reconocimiento tardío de la situación. Por el contrario, al día de hoy sigue negando la letalidad de la pandemia.  Si bien tardaron en reaccionar, los gobernadores estaduales hicieron frente común y resolvieron tomar el combate contra la pandemia en sus manos. La mayoría de las medidas más restrictivas las tomaron ellos, aunque no llegaron a tiempo de evitar que Brasil se transformara en el epicentro de la pandemia en América latina.
                Por último, el presidente argentino, sabedor de estar al frente de un estado debilitado, decidió embarcar a todo el país en la pelea contra la pandemia. Así, no solo se puso al frente, sino que actuó en conjunto con los gobernadores, sin diferenciar por pertenencia política. A su vez, los mandatarios dieron un rol importante a los distintos intendentes de cada localidad. De esta manera, Argentina fue dañada en  menor medida, que sus socios americanos.  

martes, 24 de marzo de 2020

Pese al asedio permanente, Venezuela sigue en pie


A Venezuela no la incluyen ni siquiera para coordinar acciones contra el coronavirus, sin embargo, la falta de apoyo continental no logró derribar al gobierno de Maduro, que sobrevivió a un colapso que, hace un año atrás, parecía cuestión de horas.
                Es evidente que el equipo de Trump interpreta que un ataque directo a Venezuela no le retribuye en su carrera electoral, por eso, Juan Guaidó naufraga en las internas de una oposición dividida que ya no logra las movilizaciones multitudinarias que convocaba hace apenas un año. Los archivos no perdonan a una oposición venezolana que no consigue un liderazgo convocante y que encarne una opción de poder posible.
                La situación económica no ha mejorado mucho pero se ha estabilizado en un equilibrio precario, donde las autoridades gubernamentales hacen la vista gorda ante la dolarización de hecho que ha sufrido la economía. Es por eso, que las tiendas tienen productos importados que han vuelto a las góndolas venezolanas, después de una larga ausencia. Pero son accesibles sólo para los que tienen dólares
                Pero así como les sucede al resto de los países del planeta, el presente y el futuro son más inciertos que antes, ya que el coronavirus afecta a todas las economías y especialmente a Venezuela, envuelta, además. en la disputa petrolera entre Rusia y Arabia Saudita, que derribó el precio del barril del petróleo, principal comodity  del país caribeño.
                A los negros nubarrones, se le suman las elecciones parlamentarias de este año, que definirán la conformación de un poder legislativo que se transformó en bastión de la oposición, lo que cuestiona la calificación de dictadura al gobierno de Maduro, ya que no hay muchos casos en la historia de nuestro planeta en el que un dictador avale la presencia de un parlamento opositor. 
                Tan incierto como la deriva de la pandemia, la historia de Venezuela juega este año, cartas que definirán el futuro inmediato de su pueblo.

domingo, 23 de febrero de 2020

Bolivia sigue en peligro


Si bien el llamado a elecciones y el establecimiento de Evo Morales en la Argentina, parece mostrar un escenario de estabilidad en Bolivia, esta calma es más aparente que real y encubre, muy posiblemente, el armado de una arquitectura electoral que logre legalizar el golpe de estado perpetrado en el Altiplano.
                Es que el gobierno de facto no cesa en su persecución contra Evo Morales, sobre quien pesa un pedido de captura internacional, que busca limitar los movimientos del Presidente boliviano, limitando sus posibilidades de viajes y reuniones con sus propios partidarios. Evo Morales es el jefe de campaña de su partido, y si bien ya aceptó que no puede presentarse como candidato, el armado de la campaña demanda una actividad que buscar ser hostilizada por la presidenta de facto.
                Pero  la persecución no está enfocada solamente contra el mandatario depuesto. Radios que pertenecían a las comunidades rebeldes han sido cerradas y los militantes del Mas son reprimidos y perseguidos por las fuerzas de seguridad. Estas medidas saldan el debate sobre la legitimidad del nuevo gobierno: sus procedimientos son los de una dictadura que se instaló en el poder luego de un golpe de estado.
                La convocatoria a elecciones para mediados de este año, logró maquillar, en parte, la imagen de este gobierno. En esta línea, las autoridades debieron aceptar un proyecto de ley propuesto por la oposición, para garantizar la vigencia de los derechos humanos, una ley que parece llegar tarde y que no garantiza nada, en manos de un gobierno represor.
                Solamente la unidad del campo popular puede revertir esta situación. No sólo deberán votar todos a una fórmula de unidad, sino que deberán hacer un gran esfuerzo de fiscalización, para que no se instale, mediante el fraude, un gobierno que legitime el golpe de Estado.