miércoles, 18 de febrero de 2009

Israel no solo masacra palestinos: además los envenena

Ríos de tinta y de sangre han recorrido desde la ofensiva de Israel contra el estado de Gaza. A la violencia le siguieron precarias treguas de incierta duración y como telón de fondo las elecciones en el estado judío. Pero hay un tema grave que ha quedado en segundo plano y que no ha tenido la repercusión que merecía. Se trata del uso del fósforo blanco utilizado por el ejército judío durante los bombardeos sobre la población palestina.
El fósforo blanco es un agente tóxico que se utiliza en las bombas y que provocan quemaduras en la piel y daños en el hígado, el corazón y los riñones. Según la revista Le Monde, que se edita en la Argentina, el uso de semejante arma no está vedado por las reglamentaciones internacionales pero sí está prohibido su uso contra las poblaciones civiles o contra fuerzas militares estacionadas en medio de poblaciones civiles.
Hay que reconocer que Israel no es ni el inventor ni el pionero en el uso de este veneno: el fósforo blanco ya había sido utilizado en la guerra que desangró a Yugoslavia en la última década del siglo XX. La culta Europa fue la primera en utilizar esta muestra de barbarie y desprecio por la vida humana.
Si a la desproporcionada violencia utilizada por la invasión israelí sobre Gaza le sumamos el uso de estas armas sucias que estamos describiendo, cabe una pregunta: ¿No serán los mandatarios del país judío pasibles de ser juzgados por crímenes de guerra? Sería algo inédito porque generalmente estos códigos mundiales se utilizan contra los vencidos y no contra los vencedores. De quedar impune el estado de Israel, el derecho internacional estaría desperdiciando una chance clara de demostrar su equilibrio y su imparcialidad.
Hasta el momento el conflicto ha ocasionado alrededor de 1.400 muertos, más de 5 mil heridos y la destrucción de miles de hogares. A esto se le agrega el uso de estas llamadas armas sucias. ¿No amerita esto la constitución de un tribunal internacional que juzgue estos crímenes? De no ser así, cada conflicto armado de baja intensidad, será el laboratorio donde las corporaciones armamentísticas experimentarán con el uso de fósforo blanco o de cualquier veneno que les ocurra inventar.