domingo, 19 de abril de 2015

Irán se corre del eje del mal

Si bien nadie puede asegurar que sea duradero, el acuerdo entre Estados Unidos e Irán por el uso de la energía nuclear, corre al país persa de la mira de la Casa Blanca, que apunta ahora hacia otros objetivos.
En los últimos años fueron varios los planes de invasión que se discutieron y la mayoría de los analistas internacionales debatía de que forma se iba a dar el inevitable ataque norteamericano sobre las defensas iraníes. Pero esae ofensiva nunca llegó y por ahora se alejan las posibilidades de que esto suceda.
Esto no obedece a un repentino ataque de pacifismo de Obama o a una exagerada entrega de la soberanía por parte de Irán, sino que otros objetivos estratégicos preocupan al Pentágono, lo que hace necesario pacificar un foco de conflicto para prestarle atención a otros.
Las principales amenazas geopolíticas que perciben los norteamericanos ya no provienen del Golfo Pérsico sino de otros puntos geográficos distintos. China y Rusia, cada uno con sus particularidades, amenazan en forma más clara la hegemonía norteamericana que los Sha iraníes.
Además influye, que países más débiles que Irán, como Afganistán o Irak, no sucumbieron tan fácilmente como se creía a los golpes asestados por la maquinaria bélica de la Casa Blanca.
Igualmente no debemos sepultar el conflicto en el Golfo Pérsico ya que el acuerdo con Irán tiene dos enemigos importantes: Israel, que no termina de confiar en las intenciones de su enemigo y los republicanos yankis, que ya se relamían con las ganancias que embolsaría la industria bélica norteamericana.

Si bien la dinámica de las relaciones internacionales es cambiante e incierta, es difícil que en lo que resta del mandato de Obama, Irán sea atacado. Pero la maquinaria bélica siempre busca un objetivo que le permita embolsar sus ganancias.