sábado, 2 de junio de 2018

Israel reactiva el polvorín de Medio Oriente


No hay tregua que valga. Pasada la crisis por los bombardeos en Siria, Israel decidió volver a prender la mecha de la violencia en Medio Oriente, lanzando una represión indiscriminada contra los palestinos de la franja de Gaza, que ya causó media centena de muertos. Pero a diferencia de otras ocasiones similares, esta vez el Mundo no miró para otro lado y pidió al Estado israelí que frene la violencia.
                              Esta vez las protestas se iniciaron por la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada a Jerusalén, en un obvio apoyo a Israel. Si bien todos los medios buscan achacarle a la administración Trump la responsabilidad por este nuevo estallido, la situación explosiva es permanente y la violencia no se debe únicamente a una mala decisión diplomática y administrativa.
               Todo se inició en  marzo, cuando los palestinos lanzaron una movida pacífica a la que titularon ¨Retorno¨. Este  movimiento promueve la vuelta de los palestinos a los territorios de los que fueron desalojados por la creación del Estado de Israel en 1948. Lejos de intentar un diálogo y mucho menos de proponer una solución, el gobierno de Netanyahu prefirió el lenguaje de las balas de plomo, que ya provocó más de 60 muertos.
               Si bien los palestinos aclararon que el movimiento es pacífico, la cerrada reacción israelí, puede dar pie a que los grupos terroristas saquen tajada con la radicalización de un pueblo palestino que no sólo sufre el despojo de sus tierras sino también el deterioro creciente de su modo de vida. 
               Todo en un marco geopolítico en el que varios actores juegan sus fichas permanentes, a veces avanzando y otras retrocediendo. Tanto Estados Unidos como Rusia tienen intereses contrapuestos en la región, a lo que hay que agregarle el conflicto larvado entre Israel e Irán, que pone siempre a Medio Oriente, al borde del precipicio.