miércoles, 16 de diciembre de 2015

El mundo gira a la derecha

Los resultados electorales se suceden y la mayoría tienen un mismo signo: la derecha avanza en todo el mundo. Argentina, Venezuela y Francia, son el reflejo de una tendencia que por el momento parece irrefrenable
                Si bien cada país tiene realidades y coyunturas propias, el retroceso de las fuerzas progresistas es innegable. En nuestro continente, la década que logró avances impensados  años anteriores, parece haber llegado a su fin. En Argentina la derecha neoliberal llegó por escaso margen al poder pero ya asumió y tienen todas  las riendas  del poder en sus manos. En Venezuela, la oposición logró el control de la legislatura venezolana y va por más. En Brasil, el poder de la presidenta Dilma Rousseff  está jaqueado por el inicio del juicio político.
                En Europa el panorama es mucho peor, los gobiernos que se dicen socialistas no están ni siquiera cerca de sus orígenes históricos. El avance del terrorismo le calza como anillo al dedo al gobierno francés para aumentar  las medidas represivas, tal como hizo en 2001 Estados Unidos. A este panorama hay que agregarle el fenómeno de la inmigración, que es originado por la propia intervención de los países europeos en Medio Oriente.
                En el resto del mundo el panorama no es muy distinto.  La derecha liberal tiene en su ideario la libertad de mercado y la presencia débil del estado, lo que ocasiona que los sectores sociales más débiles queden inermes frente al avance del capital concentrado.
                Frente a esta realidad, las fuerzas populares deben lamer sus heridas rápido y pensar estrategias de resistencia que impidan el avance de estas políticas, para más tarde intentar el regreso al poder para garantizar  que los derechos obtenidos no sean vulnerados.