viernes, 20 de diciembre de 2013

Bachelet buscará terminar con la herencia de Pinochet

El claro triunfo de la nueva mandataria chilena y sus dichos tanto en la campaña electoral como en el día que se confirmó su vuelta al poder, abren la expectativa de saldar una deuda que la clase política chilena le debe a su país y a América latina: terminar con los resabios de la dictadura que encarnara Augusto Pinochet.
    Pese al bombardeo mediático que nos quiere hacer creer que Chile es el ejemplo a seguir y que el modelo chileno es impecable, los trabajadores chilenos adolecen de derechos laborales y se ven desprotegidos ante cualquier avance de las patronales.
    Es que la disciplina que impuso a sangre y fuego la violenta dictadura que sufrió el país trasandino, dejó casi inermes a los que  salen diariamente a ganarse el pan. No debemos perder de vista que el andamiaje legal que dejó Pinochet fue escasamente modificado desde su salida. Recordemos que a diferencia de la Argentina, los militares chilenos conservaron el poder político hasta el final y lograron condicionar a la democracia chilena con una constitución que garantizaba su impunidad.
    Pero los años pasaron y ahora Michelle Bachelet vuelve al poder sucediendo a un gobierno de derecha, como el de Piñera, que terminó agotado y con baja popularidad. Es entonces el momento de aprovechar la debacle de quienes sostienen el discurso neoliberal, para lograr los cambios que envíen a esta doctrina al museo.
    Cuesta aceptar que si Chile creció económicamente tanto como dicen, las universidades estén preparadas sólo para los ricos o para los integrantes de la clase media que deben hipotecar su futuro para estudiar. Para muchos es más barato venirse a estudiar a la Argentina. Tampoco se entiende que el ingreso per cápita de los chilenos más ricos sea 78 veces mayor que el segmento más pobre.
    Por lo visto el famoso modelo de crecimiento chileno no tuvo en cuenta como variable a la equidad. Los manuales que hablan maravillas de la mano del mercado como ordenadora de la vida económica y social, suele saltearse ese capítulo.
    Ahora la coyuntura económica y política chilena llegó a un punto de inflexión que genera esperanzas. Las masivas protestas estudiantiles chilenas concientizaron a muchos ciudadanos sobre las falencias y las injusticias del modelo. Por lo menos de palabra, la Presidenta electa  parece haber entendido que necesitan cambios urgentes y de fondo, para lograr que la renta de Chile no sea patrimonio de unos pocos. Parece ser ahora o nunca    

sábado, 16 de noviembre de 2013

Espionaje para todos

Como si fuese parte de una campaña de promoción de la última película de James Bond, el tema del espionaje de Estados Unidos sobre la mayoría de los países del mundo se subió a la agenda mediática mundial, de la mano de las revelaciones de Eduard Snowden, un ex agente de la CIA quien debió refugiarse en Rusia para escapar de la garra vengadora de la principal agencia de espionaje del Mundo.
            La costumbre de recabar información estratégica tanto de los países amigos como de los potenciales enemigos no es algo nuevo para Estados Unidos. Lo hizo siempre a lo largo de su historia y se acentuó notablemente con el inicio de la Guerra Fría con la ex Unión Soviética. La Casa Blanca nunca escatimó medios ni se fijó en la legalidad de los procedimientos.
            La  revolución tecnológica actual, que incluye el uso de celulares, Internet y redes sociales, le brindó nuevas herramientas para espiar pero también le creo un talón de Aquiles inesperado, ya que los datos secretos están al alcance de los hackers, expertos en informática que hacen de penetrar los sistemas secretos, su medio de vida.
            En el caso de Estados Unidos, quienes infiltraron sus sistemas no fueron agentes preparados por potencias enemigas sino hombres de nacionalidad norteamericana que se vieron abrumados frente a la magnitud de la información que debían auditar. Es así que esta interminable ola de revelaciones, que arrancaron con los Wikileaks, provino de funcionarios norteamericanos, de segunda o tercera línea.  
            Los cables secretos sacaron a la luz estrategias obvias. Así supimos que la Agencia Nacional de Seguridad venía  controlando, ya desde 2007, a los principales líderes latinoamericanos que estaban llevando a cabo políticas no muy bien vistas por Washington. Por eso, el presidente Hugo Chávez fue el principal objetivo de las escuchas. Hoy sabemos también que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff fue auditada en todos sus movimientos. En el caso argentino, hubo dirigentes opositores que se acercaron a la embajada norteamericana para hablar mal de sus gobernantes.

            Es una realidad cierta que los datos que confiamos a Internet pueden llegar fácilmente a los organismos de contralor tanto extranjeros como nacionales. Las propias empresas de comunicación, le entregan en bandeja los datos que les solicitan a las autoridades. Habrá que extremar los cuidados sobre que información subimos a la red, ya que el espionaje no va a cesar por más arrepentidos que aparezcan. En todo caso, mudarán los procedimientos. 

martes, 15 de octubre de 2013

La ultraderecha norteamericana bloquea a su propio Gobierno

El Tea Party agrupa a la ultraderecha de Estados Unidos, tienen un alto nivel de difusión y una fuerte capacidad de presión. En un país donde el lobby sobre los congresistas es legal, el Tea Party no se priva de ejercer su formidable poder de presión sobre la bancada republicana que es la oposición institucional y legal al gobierno de Obama.
            Estos ultraconservadores están en contra de cualquier tipo de avance del Estado sobre la vida de los norteamericanos y más aún si esta intervención significa mejorar la vida de los que menos tienen. Es esta la esencia del plan de salud que propuso la Casa Blanca, que busca algo tan elemental como la cobertura sanitaria de todos los que habitan el suelo de la primera potencia mundial.
            Para el Tea Party, no es un valor en si mismo el bienestar de los más pobres. Por el contrario, proponen un estado ausente y que cada uno se arregle como pueda. La ley de la selva hecha institución y forma de vida. Lamentablemente esta forma de pensar tiene numerosos adeptos, y lo que es peor, poderosos seguidores. Es así que lograron poner en jaque a la administración norteamericana y amenazan con provocar el mayor default de deuda de la historia de la humanidad.
            La política norteamericana ha llegado, por culpa de este conflicto, a un grado anormal de polarización. Antes para diferenciar entre demócratas y republicanos había que mirar las gestiones de los presidentes con lupa. Eran pocas las características que los diferenciaban. Ahora esto quedó en el pasado. El Tea party radicalizó a los republicanos ya que quienes no adhieren a sus postulados temen ser reemplazados por quienes si profesan esas ideas, por lo que se ven obligados a votar en contra de Obama.
             Ahora los norteamericanos se asomaron al abismo y están debatiendo si dan un paso a tras o se terminan de precipitar en el vacío. Los fundamentalistas no piensan arriar sus banderas pese a los costos en dinero y en vidas porque si la situación no cambia, los pobres norteamericanos no tendrán acceso a los procedimientos de salud elementales que les garanticen una vida plena. Pésimo ejemplo mundial de quienes se postulan como los líderes de Occidente.  

domingo, 15 de septiembre de 2013

Ahora Obama va por el gas de los sirios

La gigantesca puesta en escena mundial que se está armando en Siria, tiene poco que ver con las armas químicas y mucho que ver con el control de los gasoductos. Así como el motor de la intervención en Irak fue el petróleo, ahora es el gas lo que motiva el intento, por ahora postergado, de someter al gobierno sirio a los dictados de Washington.
            El primer paso fue armar toda una historia que justifique la presencia militar en la zona. Como en aquella película donde Dustin Hoffman inventaba una guerra para distraer al pueblo norteamericano, ahora un supuesto interés humanitario permite que los acorazados norteamericanos ronden la zona, apoyando a los rebeldes sirios que sobreviven gracias al apoyo militar proveniente del exterior.
            No fue muy creativo el autor del guión de la intervención en Siria. Copió y pegó el mismo libreto que justificó la intervención en Irak: la existencia de armas químicas y su uso sobre la población. Por otro lado, la creación de un foco rebelde supuestamente popular que jaquea al gobierno, es una  copia del mismo mecanismo que terminó con la vida del líder libio Muamar Kadaffi.
              Sin embargo, surgieron imprevistos que postergaron una intervención que ya estaba en las gateras. Uno de ellos vino del propio riñón de los interventores: Obama no logró encolumnar ni a su pueblo ni a las instituciones que lo representan detrás del objetivo militar. El resultado incierto de las operaciones militares sobre Irak y Afganistán, hicieron que ningún político opositor se inclinara a dar un cheque en blanco a una nueva operación.            
            Pero el obstáculo mayor vino de un gran jugador que volvió a la cancha. Rusia decidió jugar fuerte contra el bombardeo ya que tiene mucho que perder con una caída Siria. Los rusos no pueden permitir que el gobierno sirio pierda el control del gasoducto que permitirá el abastecimiento de toda Europa. Tanto el gobierno de Putin como el de China, apuestan a que el gas que alimente al viejo continente pase por Siria, que se transforma así en la llave maestra de todo el plan. Esto genera la desconfianza de Estados Unidos, que no acepta que el control de los gasoductos no pase por sus aliados. Ni Irán ni Siria son confiables para Washington.

            Es por eso que para tratar de acertar sobre cual será el futuro de Medio Oriente, habrá que ver que tipo de pacto logran forjar Putin y Obama, ya que si los norteamericanos no logran controlar de cerca los recursos energéticos  que circulan por Medio Oriente, volverán a poner en la mira a Siria o a cualquier gobierno que obstaculice sus planes.  

lunes, 12 de agosto de 2013

Alianza del Pacífico: un ALCA maquillado

Ya forma parte de la Historia grande del continente la reunión de Mar del Plata que sepultó el ALCA para siempre. Sin embargo, Estados Unidos ya está ensayando otra forma de marcar el ritmo comercial de los países de América latina.
            El nuevo intento se denomina Alianza del Pacífico y quienes empujan la entrada de este nuevo caballo de Troya a nuestro continente son Chile, México, Perú y Colombia, que son los países más dóciles a los dictados de Washington.
            Si bien los gobiernos de estos países aclaran que no firmarán ningún tratado de libre comercio con la Casa Blanca, las palabras de los mandatarios latinoamericanos hablan de acuerdos arancelarios y convenios de desgravación impositiva, elementos que forman parte habitual en los convenios comerciales.
            Para Estados Unidos el bocado que le ofrece la Alianza es más que apetitoso: un mercado potencial de casi 210 millones de personas, casi un 40% de la población de nuestro continente. El problema radica en que las economías de estos países no son complementarias con la norteamericana por lo que las ventajas que podrían obtener son muy relativas.
Además el gobierno de Obama no da puntada sin hilo: en el plano político esta alianza es el contrapeso ideológico del bloque formado por los países de la UNASUR que hasta acá venían marcando el paso de la política latinoamericana. Washington ha decidido jugar más fuerte en lo que considera su patio trasero y dividir para reinar es su primer plan.

Si bien un enfrentamiento con Washington no parece una estrategia aconsejable, los países latinoamericanos deben pensar la forma de intensificar la alianza comercial y política, ya que de lo contrario quedarán aislados y sucumbirán ante la diplomacia del más fuerte.  

martes, 16 de julio de 2013

Manotazo colonial contra Evo Morales

La retención del avión del presidente Evo Morales fue tratada por algunos medios como una suerte de error o desinteligencia entre gobiernos europeos. Sin embargo, el disfraz intentado no alcanzó para  esconder lo que fue una clara maniobra donde el error estuvo ausente y la advertencia evidente.
            Es difícil creer que las agencias de espionaje más importante del mundo cometieron el infantil error de suponer que el hombre más buscado del planeta estaba en el avión de un mandatario latinoamericano. Descartada esta posibilidad, hay varios motivos  para amenazar a Evo Morales.
            Una de las cosas que tal vez más inquiete a la Casa Blanca es la constitución de una suerte de OPEP del gas que auspicia Rusia. De esa reunión venía el presidente boliviano y está claro que Estados Unidos no va a permitir que ninguno de los combustibles que mueve al mundo caiga en manos de gobiernos hostiles a Washington. Los iraquíes puedan dar testimonio de ello. Por eso no es inconcebible pensar que todo este operativo fue un aviso para que ningún país avance en una asociación que perjudique los intereses energéticos norteamericanos.
             Por otro lado también hay motivos de geopolítica latinoamericana. Fracasado el ALCA, la diplomacia norteamericana busca contrarrestar o no dejar que crezca el poder de la Unasur y para eso se sirve de los países del continente más afines ideológicamente al gobierno de Obama como pueden ser Colombia, Perú o Chile. Metida esta cuña en el continente, el próximo objetivo es minar a los gobiernos populares que lograron grandes avances en la última década. Morales encarna a uno de ellos y el zamarreo aplicado a su investidura bien puede tomarse como un aviso.

            Por último, Washington desea dejar bien claro que no tolerará ni le hará la vida fácil a quienes atenten contra los mecanismos de Inteligencia estadounidenses por más ilegales y aberrantes que estos sean. Los norteamericanos no pueden permitir que florezcan más personas como Edward Snowden o Julian Assange. Si surgieran imitadores en otras instituciones del dispositivo militar – industrial del gran país del norte, el mecanismo ilegal que sustenta el poderío yanqui se vería en peligro.   

lunes, 17 de junio de 2013

Por China, Estados Unidos se acerca a Europa

Está claro que ningún país del mundo va a resignar su lugar de privilegio en el mundo y mucho menos una superpotencia como Estados Unidos. Por eso, a la ya inevitable llegada de China a la cumbre de la economía mundial, la Casa Blanca le opone una serie de movidas diplomáticas y económicas que tienen la finalidad de no ceder la batuta mundial al lejano Oriente.
            El arma esencial que han elegido los ideólogos norteamericanos son los Tratados de Libre Comercio. El fracaso del ALCA en nuestro continente no ha amilanado a la diplomacia yanqui, por el contrario, vuelven recargados con sus promesas de progreso y soporte económico para quienes lo firmen.
            El gran objetivo de Estados Unidos es el mercado mundial más grande: la Unión Europea. Es así que se está negociando el pacto entre el país individual más poderoso con el bloque económico más importante del planeta. Semejante acuerdo, si se concreta,  va a redefinir la economía mundial y asistiremos a una nueva clase de mundialización, ya que la negociación sumaría a países que suman más del 45% del Producto Bruto mundial.
            Esta movida está claramente destinada a frenar el constante traspaso del flujo del comercio mundial de Occidente hacia el área del Pacífico, terreno donde la potencia China se asienta cada vez más. Además para la Unión Europea puede significar el salvavidas que lo saque de le interminable crisis económica que afecta a la mayoría de los países que la componen. Está claro que esta nuevo pacto será liderado por Estados Unidos y Alemania, únicos emergentes de la actual parálisis económica.

            Para el resto del mundo, queda no descuidar esta nueva realidad y prepara las medidas para contraatacar este movimiento, ya que semejante cambio traerá aparejados cambios en todo el comercio mundial. Es un gran desafío para la recién recuperada independencia económica de los países de América Latina.  

domingo, 19 de mayo de 2013

Obama demora el cierre de Guantánamo


Lo que fue una de las promesas principales de la primera campaña  electoral del actual presidente norteamericano, está lejos de concretarse. La ilegal base de Guantánamo, donde residen miles de presos con todos sus derechos de defensa suspendidos, está lejos de cerrarse. Es más, sigue funcionando como campo de concentración sin perspectivas de cambiar su estatus.
            Miles de personas viven en condiciones infernales a pocos kilómetros de los paraísos caribeños. Ni siquiera se trata de presos comunes sino de supuestos terroristas traídos ilegalmente de todos los rincones del globo. Sus derechos fueron olvidados desde el momento de su captura ya que muchos de ellos nunca fueron acusados ni procesados, por lo que no saben de que se los acusa. Eso sí, las torturas no se hicieron esperar.
            El único método de defensa que han encontrado estos presos es la huelga de hambre que ya ha llevado al hospital a cientos de ellos. Quienes reclaman piden al menos ser procesados para poder defenderse ya que residen en un limbo legal que en varios casos ya lleva 10 años.
            Las voces críticas se suman en el propio territorio de Estados Unidos. Están quienes reclaman por las condiciones de los presos por un lado y los que critican el millonario gasto de una base que demanda más fondos que los más grandes centros penitenciarios norteamericanos, por el otro.
            El  presidente Obama reactivó sus promesas de cierre en el último tiempo, aunque no se sabe bien si es con intención de cumplirlas o para sacarse la presión de los reclamos. El premio Nobel de la Paz demora una medida que si bien no repara el daño en las vidas afectadas, por lo menos mejoraría el estado actual de cientos de personas.
            Si es verdad que para la Casa Blanca la permanencia de esta base carcelaria es una ignominia, que pase de las palabras a los hechos de una buena vez y que limpie, aunque parcialmente, la imagen exterior norteamericana  cerrando para siempre esta pesadilla de cemento.

lunes, 29 de abril de 2013

La cortina de humo de Corea del Norte


Las noticias sobre el agravamiento de la tensión en Corea del Norte se suceden, un país empobrecido pero poseedor de armas nucleares va directo a la guerra con su similar del Sur. Nada parece frenar al líder de la única monarquía comunista existente en el planeta, que parece no dudar a la hora de usar misiles con cargas atómicas. Pero estas amenazas son más aparentes que reales y además son funcionales a la estrategia norteamericana para la región.
            El flujo de noticias que nos llega sobre este conflicto en el lejano Oriente nos plantea un escenario donde se justifica el despliegue militar norteamericano ante la amenaza de una guerra entre las dos Coreas. Sin embargo, si uno aproxima la lupa al régimen de Corea del Norte advierte algunos datos que se contradicen con este clima de guerra.
            En primer lugar la frecuencia de esta suba en la tensión es casi anual y hasta ahora no ha desembocado en un conflicto armado. El joven líder de Corea del Norte se posiciona interna y externamente con bravuconadas que no llegan a la agresión. Es más, según algunos medios norteamericanos, mucho de los componentes del ejército coreano se encuentra trabajando en zonas agrícolas, por lo que no están disponibles para una próxima batalla. 
            Tal vez algún misil norcoreano vuele por los aires para justificar tanto palabrerío pero no provocará una guerra ya que el objetivo alcanzado no será importante si es que no cae directamente en el mar. Y si bien la diplomacia norteamericana no lo toma en serio aprovecha la volada para desplegar sus barcos en una zona para amenazar o para condicionar a otro país. No se trata de Corea del Norte sino de China.
            Los motivos son obvios, China es el único país del mundo que amenaza en forma real la hegemonía norteamericana mundial. En el rubro económico los chinos pronto superarán a los yanquis. Si bien la Casa Blanca tolera esta situación, no aceptará de ninguna manera que esa superioridad se traslade al plano militar y al político.
            Además, Estados Unidos consolida sus bases en una región a la que considera prioritaria. Después de los fracasos en Afganistán y en Pakistán, Obama no puede permitir que se dude de la reacción norteamericana en caso de sentir sus intereses amenazados. Esta actitud puede garantizar la paz momentáneamente, pero puede suceder que Japón o China se sientan en la obligación de entrar en una carrera armamentista para garantizar su soberanía. Ahí sí, el conflicto puede derivar en consecuencias no deseadas por ninguno de los actores de la región

viernes, 5 de abril de 2013

domingo, 17 de marzo de 2013

Venezuela enfrenta un momento clave para su futuro


Finalmente la República Bolivariana de Venezuela tuvo que asumir que ya no tendrá a su líder y que tendrá que construir su futuro cercano sin su querida presencia. Más allá del golpe afectivo, no será fácil suplantar a un gobernante que con aciertos y errores enfrentó los problemas históricos de su país sin echar mano a las recetas neoliberales que estaban de moda allá por 1998, cuando Hugo Chávez Frías llegó al poder de su país por mandato popular.
             Nicolás Maduro deberá primero ratificar su mandato en las urnas y después enfrentar problemas que no son los que enfrentó su antecesor. Si bien el ambiente mundial no es tan hostil como cuando comenzó la revolución bolivariana, el panorama del Mundo no es para despreocuparse.
            Aunque faltos de credibilidad, los organismos multilaterales que fueron el soporte de la economía neoliberal siguen existiendo y retienen todavía una cuota importante del poder. El FMI, el Banco Mundial y el BID no dejan de sugerir recetas que pese a su fracaso, son utilizadas por los medios de comunicación concentrados para reclamar cambios en la conducción económica tanto de Venezuela como del resto de los países latinoamericanos.
             El precio alto del barril del petróleo garantiza la soberanía económica de Venezuela. Pese a las escaramuzas diplomáticas con Estados Unidos, el oro negro venezolano no dejó nunca de fluir hacia la economía norteamericana. Pero la nueva administración deberá profundizar las políticas que fomenten una industria propia y menos dependiente de la importación. Cualquier bajón pronunciado de los precios petroleros pondría en jaque a la economía del país caribeño.
             Es por eso que el desarrollo de Venezuela depende de seguir acumulando poder político para avanzar con un proyecto de país que logre reducir la dependencia del petróleo y que logre una economía no tan dependiente de la importación que en su mayoría proviene de Estados Unidos. La política de Chávez de buscar nuevos mercados fue acertada y señala un camino a seguir para lograr alternativas viables que no sometan a Venezuela a la decisión de una sola potencia. Es más fácil decirlo que hacerlo pero el afecto del pueblo hacia su líder muerto demuestra que el camino de la independencia económica es el más favorable para la vida de los pueblos. 

sábado, 16 de febrero de 2013

Vaticana: fumata blanca y negocios turbios


El impacto mediático de la renuncia del Papa Benedicto XVI será suplantado por el ruido aún mayor que producirá la nueva designación al frente del Palacio de San Pedro, pero varios de los motivos que indujeron la renuncia del  pontífice alemán permanecerán en las sombras, lejos de los flashes y de la lupa de los expertos.
            Nadie admitirá en el Vaticano que Ratzinger vio algo que no le gustó, pero lo cierto es que son varias las cosas que huelen mal. Se ha repetido hasta el hartazgo que el Papa saliente fue un dirigente conservador y doctrinario pero no todos advirtieron que se hizo cargo de uno de los bochornos más importantes de la historia religiosa: los miles de casos de pedofilia que afectaron a los curas de todo el mundo.
            Y este hacerse cargo implicó el pago a los damnificados por más de 600 millones de dólares. De esta manera se buscó cumplir con la Justicia y a la vez silenciar los casos. Pero estos desembolsos fueron duros para la economía de un  estado papal, que ya arrastraba irregularidades y sospechas desde hace ya varios años.
            Toda esta situación exacerbó las ya violentas internas existentes en la cúpula dirigencial del Vaticano, que vieron la luz luego de la publicación de lo que se dio en llamar Vatileaks: información reservada facilitada por la mano derecha del propio Papa y que refiere datos comprometedores y habla hasta incluso de conspiraciones para terminar con un reinado que buscó poner transparencia donde siempre reinó la oscuridad.
                Es así que la reforma financiera que intentó primero Juan Pablo II y después su sucesor quedó empantanada y no da muestras de que alguien se preocupe por su concreción. Por el contrario, el Instituto para las Obras de la Religión quedó como siempre y solo una fuerte presión de las autoridades económicas europeas podría sacar a la institución financiera más importante que posee el Vaticano de un cono de sospechas que incluye la probable existencia de lavado de dinero.
            Necesitará ser joven y de anchas espaldas quien emprenda la aventura titánica de enderezar el rumbo económico y político de la segunda religión con más seguidores en el planeta. De lo contrario la crisis europea y las internas feroces minarán su autoridad y le darán al heredero de San Pedro una autoridad más aparente que real.