viernes, 22 de agosto de 2014

Irak y la maldición del petróleo

Mientras los medios hacen foco en los bombardeos y en las supuestas masacres que se estarían realizando en Irak, pocos son los que ponen su atención en el habitual desencadenante de la mayoría de los conflictos en Medio Oriente: la propiedad de la explotación del petróleo.
            Los iraquíes sunitas que conformaron una guerrilla islámica que se apropió rápidamente del territorio habitado por una mayoría kurda, están parados sobre campos petrolíferos que generan casi 250 mil barriles de petróleo anuales y que está en condiciones de aumentar aún más su producción.
            Estos guerrilleros no sólo se apoderaron de una buena porción de territorio iraquí, sino que también buscan poner un pie en Siria, donde la ofensiva de los rebeldes sirios apoyados por los países europeos no lograron derribar al gobierno sirio pero sí debilitar su control territorial.
            La repentina aparición de los jihadistas iraquíes permite sospechar de algún tipo de complicidad norteamericana, quienes habrían apostado a una fragmentación mayor del territorio iraquí lo que le permitiría un dominio mayor del terreno sin necesidad de intervenir con tropas. Pero la violencia de este grupo trascendió más de la cuenta y obligó a la administración norteamericana a retirar el apoyo y a bombardear el lugar para quedar así ante los ojos del mundo como justicieros.
            Pero esta idas y vueltas interminables no frenarán la intención norteamericana de rediseñar el mapa político de Medio Oriente, de manera que las reservas gasíferas y petroleras queden siempre en manos propios y amigas. El crecimiento de Rusia y su alianza con China encendieron luces de alarma en la Casa Blanca, que se habían acostumbrado a la soledad del poder mundial luego de la caída del Muro de Berlín.

            Ahora un mundo multilateral pone un signo de interrogación sobre el futuro mundial, que sigue pendiente de la propiedad de los recursos energéticos naturales que todavía mueven al Mundo.