lunes, 12 de agosto de 2013

Alianza del Pacífico: un ALCA maquillado

Ya forma parte de la Historia grande del continente la reunión de Mar del Plata que sepultó el ALCA para siempre. Sin embargo, Estados Unidos ya está ensayando otra forma de marcar el ritmo comercial de los países de América latina.
            El nuevo intento se denomina Alianza del Pacífico y quienes empujan la entrada de este nuevo caballo de Troya a nuestro continente son Chile, México, Perú y Colombia, que son los países más dóciles a los dictados de Washington.
            Si bien los gobiernos de estos países aclaran que no firmarán ningún tratado de libre comercio con la Casa Blanca, las palabras de los mandatarios latinoamericanos hablan de acuerdos arancelarios y convenios de desgravación impositiva, elementos que forman parte habitual en los convenios comerciales.
            Para Estados Unidos el bocado que le ofrece la Alianza es más que apetitoso: un mercado potencial de casi 210 millones de personas, casi un 40% de la población de nuestro continente. El problema radica en que las economías de estos países no son complementarias con la norteamericana por lo que las ventajas que podrían obtener son muy relativas.
Además el gobierno de Obama no da puntada sin hilo: en el plano político esta alianza es el contrapeso ideológico del bloque formado por los países de la UNASUR que hasta acá venían marcando el paso de la política latinoamericana. Washington ha decidido jugar más fuerte en lo que considera su patio trasero y dividir para reinar es su primer plan.

Si bien un enfrentamiento con Washington no parece una estrategia aconsejable, los países latinoamericanos deben pensar la forma de intensificar la alianza comercial y política, ya que de lo contrario quedarán aislados y sucumbirán ante la diplomacia del más fuerte.