sábado, 31 de agosto de 2019

Tambalea la pax norteamericana en América Latina


Todo parecía controlado para los delegados de la Casa Blanca. Venezuela aislada, Bolivia y Uruguay ocupados en su proceso electoral y Brasil y Argentina como garantes del orden deseado por Washington. Pero pasaron cosas, y esas certezas se convirtieron en interrogantes y en esperanzas.
                El toque de alarma, fue la elección en Argentina. La sorpresiva paliza que recibió el gobierno de Mauricio Macri con la subsiguiente posibilidad del retorno del peronismo al poder, alteró un tablero que parecía dominado y a prueba de sorpresas.  Las amenazas no amilanaron a los pueblos latinoamericanos, que empiezan a despertar y a manifestar su disconformidad con los ajustes que los condenan a la pobreza.
                El mismo Mauricio Macri tuvo que borrar con el codo lo que escribió con su mano al pactar con el FMI. Medidas ¨populistas¨ de emergencia surgieron a destiempo, para evitar la masacre electoral. Bolsonaro quedó solo y ya no habrá eje Brasilia – Buenos Aires. El mandatario brasileño deberá convivir con un vecino de distinto tono ideológico y además deberá lidiar con su creciente impopularidad.
                Los halcones de la Casa Blanca, que jugaron todas las cartas a la continuidad macrista, ahora deberán volver a barajar y dar de nuevo. No pueden permitirse tener el Cono Sur desordenado en medio de la guerra comercial y política con China y con Rusia.
                Los otros proyectos neoliberales naufragan en la indolencia y en el descrédito. Le pasa a Piñera en Chile y sucede también en Perú. Tal vez Colombia, sea hoy el país neoliberal más estabilizado.
                A veces un rayo de luz, puede iluminar una oscuridad que parecía interminable.