El colapso medio ambiental que provocó la British Petroleum en las costas norteamericanas ya salió de las agendas de los diarios. La prensa occidental no volverá a machacar con estos temas hasta el próximo accidente. Está claro que las empresas petroleras son poderosos auspiciantes que conviene siempre tener de aliados. Pero los habitantes de las costas del Golfo de México jamás podrán olvidar esa mancha negra pegajosa y trágica que les arruinó la vida.
Solamente las revistas científicas se animan a tratar el tema de la amenaza que constituyen las explotaciones petroleras. Saben que sólo los expertos las leen y que difícilmente lleguen al gran público. Pero por lo menos es un oasis en el desierto. Por ejemplo la prestigiosa revista Nature, nos advierte que los riesgos no son fruto de accidentes casuales sino que es una tendencia que acompañará al negocio petrolero de aquí en adelante. Esto se debe a que al agotarse las explotaciones comunes de petróleo, se recurre a la explotación off shore, que es mucho más dificultosa y mucho más frágil y peligrosa. Por eso Brasil debería moderar un poco su alegría frente a los últimos descubrimientos.
Es así que los damnificados por la British Petroleum pueden constituirse en una postal de lo que le puede suceder a otras poblaciones costeras. Las perforaciones aumentarán su profundidad y su complejidad y es difícil que los estados que deberían frenar estos emprendimientos, o por lo menos controlarlo, se resistan a la acción del lobby petrolero, uno de los más importantes y aceitados del mundo de los negocios.
Hasta el propio Artico podría tener que soportar la voracidad petrolera que se enfrenta a la perforación de gruesas capas de hielo y a un clima tormentoso que dificultará el trabajo. Brasil no se perderá de explotar su reciente descubrimiento de los llamados pre sal, pero deberá evaluar las consecuencias de no tomar fuertes medidas de seguridad.
Ya que la Unasur demostró su utilidad frente a la última crisis política en Ecuador, va a ser hora de evaluar si debe también instrumentar un control conjunto de los recursos naturales. El negocio petrolero privado no gusta de difundir información que perjudique sus negocios, por los que los gobiernos deberán tomar las riendas del cuidado del medio ambiente y compartir los datos a nivel regional, para cuidar la vida de todos los que habitamos esta parte del mundo.
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1 comentario:
Por eso estaría bueno que el estado argentinos recuperara YPF, ya que la propuesta del gobierno es que la nueva empresa estatal busque petroleo en la plataforma submarina lo que puede ser un gran riesgo para nuestro mar argentino además se cree que Argentina aún puede tener reservas de petroleo en tierra que aún no fueron descubiertas.
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