viernes, 16 de abril de 2010

Paraguay podría ser la Honduras del Cono Sur

Apenas producido el golpe de estado que terminó con el gobierno de Zelaya en Honduras, varios gobiernos latinoamericanos alertaron sobre la posibilidad de que esta nueva modalidad de destitución de la voluntad popular fuera una próxima regla y ya no una excepción. La ofensiva mediática de enero comandada por Cobos y Redrado contra el gobierno de Cristina Fernández hicieron temer que la Argentina fuera la próxima víctima. Pasó el sofocón pero no el peligro de esta variante de ¨golpe institucional¨: ahora quien se encuentra en peligro es el gobierno de Lugo en Paraguay.
En general los medios de comunicación americanos se enfocan sobre la anécdota y no sobre las causas profundas que provocan la inestabilidad. Es así como en el caso hondureño se habló de intentos de cambios en la Constitución o de la supuesta corrupción del presidente Zelaya para justificar el golpe. Pero se obvió el tema principal: la inclinación del mandatario centroamericano por el bloque económico del ALBA que encabeza la Venezuela de Chávez, con la consiguiente posibilidad de que el manejo de los recursos petroleros cambiaran de mano.
En estos momentos en Paraguay pasa algo similar, se habla de la posible traición del vicepresidente paraguayo y de la vida íntima del presidente Lugo, pero no se habla del trasfondo económico: las grandes empresas transnacionales, que explotan los recursos agrícolas, se oponen a la posibilidad de que se repartan las tierras a los campesinos, ya que semejante posibilidad les arruinaría el negocio. A estas firmas que los argentinos conocemos tan bien, como son Monsanto y Cargill, les conviene mucho más un presidente que se dedique a reprimir a los movimientos campesinos y no que piense en cumplir las promesas de campaña.
La ventaja para los golpistas es que no necesitan llamar a los militares, ya que tienen el Parlamento para golpear. El problema para Lugo es que como llego al poder por intermedio de una alianza, sus incondicionales son escasos. Sus aliados del Partido Liberal, que pusieron el vicepresidente de la fórmula y tienen la mayoría parlamentaria, ya piensan en un futuro que los tenga al frente del Gobierno sin compartirlo con nadie. Por eso se especula que el segundo de Lugo, Federico Franco, podría traicionar a su compañero de fórmula y encabezar el Poder Ejecutivo previo juicio político al actual presidente. Así, lo de Julio Cobos sería un poroto al lado de semejante traición.
Los liberales ya tienen los votos para destituir al Presidente, les falta encontrar un motivo que justifique el movimiento. Posiblemente están esperando que las dificultades para llevar a cabo la prometida reforma agraria provoqué la desilusión y el mal humor de quienes llevaron al religioso paraguayo al poder. También se usa hipócritamente el caso de los hijos del mandatario, en una sociedad donde el 70% de los niños no son reconocidos por sus padres.
Ni el incremento de los ingresos del Estado por el acuerdo con Brasil sobre la energía que genera Itaipú conforma a los críticos, por el contrario, el aumento del precio de la energía que se exporta a Brasil y a la Argentina despertó la voracidad de quienes buscan saquear a un país que desde la guerra de la Triple Alianza, en el siglo diecinueve, hasta hoy no ha dejado de sufrir una violenta explotación.

1 comentario:

Ricardo dijo...

Ojalá no ocurra.
Lo de Honduras es un precedente espantoso y un nuevo Honduras estimularía aún más la tendencia.
Eso pensando en nuestro país.
Pensando en Paraguay: ojalá pueda llevar adelante con éxito la reforma agraria.